III. Tareas para personas que hacen cosas.
- José Corral
- 17 ene 2019
- 2 Min. de lectura

Estas ideas no son teorías que solamente sirven para ejercitar el intelecto. Suponen cosas a hacer. Criterios a tener en cuenta. Que ya están funcionando, en su mayoría, a través de las normas éticas parciales de todas las personas, colectivos y grupos existentes en nuestro mundo: trabajadores por cuenta ajena, profesionales libres, empresas privadas, entes públicos, organismos, ciudades, estados, uniones, la ONU, … Y sobre todo, son criterios a tener en cuenta por todos los creadores y difusores de normas: pensadores, políticos, iglesias, comunicadores, ingenieros sociales, poderes oficiales y fácticos, movimientos cívicos y humanistas, …
Me dirijo ahora a las personas que hacen estas cosas para decirles que si han visto y entendido mis ideas, les pueden y deben servir para hacer criterio en sus actividades.
En general se tratará de seguir haciendo lo mismo y de la misma manera. Salvo que lo que estén haciendo, o el modo de hacerlo, no sean buenos para la supervivencia y el bienestar de nuestra especie. O sean mejorables, mucho o poco.
Puede caber la duda, ante casos concretos, sobre si lo que se hace u omite es más o menos mejor para el objetivo vital prioritario. Pero en general se sabe si es bueno o malo. Y sobre todo, en caso de duda teleológica, se puede aplicar lo del ama y haz lo que quieras. O la buena voluntad, o la benevolencia, o el amor al prójimo, o la fraternidad universal, o la caridad cristiana… La ética deontológica de siempre aplicada teleológicamente. Con el bienestar de los prójimos como fin. Que ahora ya sabemos que es una buena estrategia para sobrevivir como especie.
También es claro que el mundo está segmentado en personas, empresas, colectivos, países, … que compiten entre sí dentro de la ley de la supervivencia individual y grupal. Y que el sujeto altruista, aislado en un colectivo donde hay uno o varios egoístas, puede tener problemas si no consigue neutralizar a los egoístas. El asunto está ya muy estudiado: por los etólogos y en las escuelas de negocios. Hay que elegir. Como hasta ahora. Pero ahora sabiendo que el deber prioritario, como miembro de nuestra especie, es hacerlo bien. Y mejorar con ello el bienestar de todos: el nuestro, el de los accionistas, los colegas, los clientes, los proveedores, la sociedad en general, …
Ruego a los hombres que hacen cosas que piensen lo que supondría su aplicación. Y las usen si creen que son beneficiosas para sus colectivos y para el conjunto de la especie. También agradeceré sus comentarios del signo que sean.
Comments