Michael Ruse (1940…)
- José Corral
- 18 ene 2019
- 6 Min. de lectura

Filósofo de la ciencia dedicado especialmente a la biología evolutiva. Nacido en Birmingham en junio de 1940, nueve meses antes que yo. Evolucionista con E.O. Wilson, de los autollamados sociobiólogos. Se declara ateo no beligerante. Parece opinar que el cristianismo y el evolucionismo son compatibles. Es uno de los grandes “gurús” del evolucionismo y un prolífico escritor y divulgador.
Creo que es el filósofo que más interés y dedicación ha puesto en buscar las bases de la ética en la biología. En varios momentos tuve la esperanza de que Ruse había encontrado las ideas básicas. Pero, al menos hasta ahora, no he visto que las haya publicitado. Le envié el 10.6.2017, a la Florida State University, un ejemplar de Survival and Altruism pero no me acusó recibo.
Creo que los escritos de Ruse reflejan lo más característico y actual del entorno de las ideas básicas. Y además Ruse contempla la supervivencia y el altruismo en los mismos textos, aunque no las llega a unir como necesariamente complementarias. Lo cual es lógico porque no “ve” la prioridad del objetivo de supervivencia. Como evolucionista convencido se queda, a regañadientes, en la evolución como objetivo. Y acepta estar cometiendo la falacia naturalista al hacer a la evolución el objetivo de sí misma. Tiene dudas de qué sea y hacia donde lleve el progreso evolutivo que postulan algunos y admite que no ha conseguido encontrar el fundamento de la ética.
Los escritos de Ruse son esenciales para quien tenga interés en estas cuestiones. Voy a comentar algunas pocas frases más significativas, resumiendo y actualizando las páginas que le dedico en Supervivir (Corral: 2015, 195-216):
En 2002, al poco de descubrir la idea básica, me llevé una gran alegría al leer en El País la reseña de un artículo de Ruse titulado “ Une défense de l`éthique évolucioniste” publicado en “Fondements naturels de l`éthique”, de Editións Odile Jacob, 1993. Pedí urgentemente el libro a Paris y lo leí con ansiedad. Pero cuando terminé me quedé con dos frases que traduzco y copio. Dice:
Pasemos ahora a la cuestión crucial de la meta-ética. ¿Qué clase de fundamentos puedo yo proponer para las tesis normativas que acabo de exponer? Y un poco más adelante, después de citar a Rawls dice: ¡No tengo nada que ofrecer!
Y poco después refuerza esta carencia y dice:” En consecuencia, sostengo que una verdadera ética evolucionista darwiniana supone que no hay justificación meta-ética de la ética normativa”.
Otro libro importante para nosotros es ¿Puede un darwinista ser cristiano?, de 2001. En el repasa las teorías evolucionistas y las doctrinas del cristianismo. Creo que Ruse desarrolla el análisis con el sesgo normal de su ateísmo, pero con honradez. En el epílogo responde: ¡Claro que sí! a la pregunta del título. Y termina con la frase: No tenemos las capacidades que necesariamente nos permitirían escudriñar los misterios últimos. Y dice también: Nuestras limitaciones no hacen que el cristianismo sea obligatorio, ni siquiera plausible, pero hacen necesaria la tolerancia y el aprecio a los que van más allá de la ciencia, aunque nosotros no podamos seguirlos”.
He escrito lo anterior para ilustrar las diferencias de Ruse con otros evolucionistas ateos como Richard Dawkins y Edward O. Wilson. Creo que, a estos, su beligerancia les ha podido afectar negativamente en algunos aspectos de sus ideas científicas.
En cuanto a nuestras hipótesis, Ruse casi las ha visto. Copio y comento, de este libro, algunas de sus frases más significativas:
*.- En cuanto al concepto de especie: “En verdad, las especies son como los organismos: entidades integradas. En otras palabras, son individuos”. Y lo aplica a nuestra especie: “… podemos decir que el Homo sapiens es una cosa real, una entidad objetiva”.
Pero no pasa de ahí. Ya ha escrito antes que es difícil decir qué es una especie. Y como para todos los evolucionistas darwinianos, incluido Darwin, para Ruse los sujetos de la evolución son los organismos. Posiblemente esta es la razón más importante por la que no ha visto la idea básica. Esta cuestión es la que ha suscitado más dudas sobre mi idea en algunos de los expertos que han respondido a mis envíos.
*.- Al hablar de los fundamentos de la moral dice que: “El argumento del darwinismo social es simple y directo. Identifica lo que se cree que es la principal fuerza causal de la evolución. Luego de esta causa se extrae la norma moral: la ética sustantiva (lo que se debe hacer). Se afirma que esta justificación es suficiente”. Luego dice:
“Nos interesan los darwinistas que son partidarios del progreso (biológico) y que lo utilizan para justificar sus prescripciones morales normativas”.
Parece que él se apunta a esta corriente y más adelante trata extensamente del progreso como muy importante factor de la evolución y cita a Wilson quien considera que: “ … el progreso es una propiedad de la evolución de la vida en su totalidad”. Pero Ruse no parece muy convencido porque después de dar muchas vueltas al concepto termina: “… si al lector le ha quedado la impresión de que tengo un conflicto grave con la cuestión del progreso tiene razón”.
En resumen y después de muchas páginas de darle vueltas al asunto, concluye: “ ¿Qué podemos decir de los fundamentos? Cuál es el cimiento metaético de la ética sustantiva que se infiere de la biología darwiniana? Y se contesta con una autocita: “Tengo la impresión- que Hume compartiría, según creo- de que es un error buscar con lupa una fundamentación de este tipo” “… no hay fundamento alguno mientras no comencemos a invocar a Dios, en cuyo caso, arribaremos presumiblemente a alguna clase de teoría sobre las leyes naturales como la que sustentan los católicos romanos”.
Y sigue luego: “Es mejor quedarse con una posición al estilo de Hume, según la cual la moral es cuestión de cómo somos y cómo sentimos”.
Es una pena que no haya visto la idea básica. Para lo que no es necesario invocar a Dios ya que se basa en el comportamiento “natural” de los hombres como seres vivos. Ruse tiene como filósofo, además del problema del sujeto, el reduccionismo de todos los filósofos clásicos de considerar al hombre como ser esencialmente espiritual a efectos de las normas de comportamiento. Normas que se suponen morales y distintas de las de los otros seres vivos. Y por otra parte, también como filósofo, seguidor en esto de Kant y de Hume, supongo que ni se le ocurre que la Naturaleza pudiera establecer un principio ético que “obligue” a los hombres: seres inteligentes, libres y racionales que no necesitan, ni admiten, que nadie les diga lo que tienen que hacer
Pero se nota su desencanto en cómo cierra este apartado: “… si bien para el darwiniano la moral no es mas que una adaptación, se trata de una adaptación muy particular. Y añade: “Buen broche final para dar por terminada esta exposición.”
*.- También dedica mucho tiempo y esfuerzo al altruismo. Pero también lo ve parcialmente, aunque es quien más se acerca al altruismo amplio. Dice que los humanos han evolucionado (no dice han sobrevivido) siendo sociales y altruistas. Y enuncia tres causas o rutas posibles:
El altruismo material de los insectos sociales
El altruismo del supercerebro. El que actúa después de valorar los costes y los beneficios.
La tercera es que la selección natural nos ha hecho altruistas morales.
La primera ruta es de E.O. Wilson. La segunda es el altruismo recíproco de Trivers. Pero la tercera parece suya. Y es una pena que no la vea en su plenitud. Y al no haber visto el objetivo vital, tampoco se da cuenta de que la selección natural es una parte de la estrategia de supervivencia y que por eso somos altruistas.
También, como es habitual, se hace un lío con nuestro altruismo biológico como animales sociales y con el altruismo moral. Y se pregunta: ¿qué sucede con el cristianismo a la luz de todo esto? Y advierte que el lío va a ser gordo (sic). Y a pesar de haber casi acertado con los tres tipos de altruismo, abandona las ideas generales y trata de asuntos concretos que son más fáciles: la sexualidad, el aborto, el matar sin necesidad, …
En cualquier caso, creo que Michael Ruse se tomó en serio el trabajo de filosofar sobre la evolución. Pero ha estado y creo que sigue estando encarcelado en ella. Es “un evolucionista darwiniano” y eso le limita la visión. Es el problema de las especialidades.
Mi poco conocimiento del inglés limita mi seguimiento de sus actividades, pero creo que no ha cambiado de ideas. Procuraré estar al tanto y tenerle enterado de mis ideas por si le sirven para revisar las suyas.
Marbella, 31.8.2018. Las 19,24 Vale por hoy. Revisado el 5.10.18 a las 8,50
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